octubre 24, 2016

Aspectos Psicológicos de José Tadeo Monagas

José Tadeo Monagas




Era la cabeza eminente de una dinastía dictatorial que padeció Venezuela a mediados del siglo pasado por espacio de unos 12 años. Los Monagas más notorios fueron tres: José Gregorio, José Tadeo y José Ruperto. José Tadeo debió su ascenso a la presidencia a José Antonio Páez, de quien abjuró. Y aunque en su período presidencial se abolieron la esclavitud y la pena de muerte, hechos positivos, Venezuela fue testigo y víctima de sus desmanes dictatoriales que incluyeron un desmesurado nepotismo y mascaradas eleccionarias como la que condujo a su hermano José Gregorio a una inmerecida presidencia. José Tadeo es el protagonista de uno de los hechos más bochornosos ocurridos en nuestra historia republicana: El asalto al Congreso, sólo porque éste constituía mayoría opositora. El caso es que el 24 de enero de 1848 se produjo en Venezuela el monagazo: El Congreso fue asaltado por turbas alentadas por Monagas. De la refriega, así como resultaron muertos y heridos entre los defensores del Congreso también los hubo del bando de los bochincheros y revoltosos (Remember Carlos Melo?).

El asalto al Congreso fue obra inspirada por un autócrata, por un dictador. No otra cosa era José Tadeo Monagas que era mesiánico y autoritario, y que quería imponer a todo evento su voluntad sin aceptar discusiones. Había proferido la irreverente frase "la Constitución sirve para todo" porque pretendía que ésta se hiciera a su medida; como todo ególatra había aceptado y lucía los títulos inmerecidos de "Regenerador de la Patria, "Benemérito" y hasta "Defensor de las Libertades Públicas". Cuando reconvocó al mismo Congreso que había intentado destruir contó con los cómplices y cobardes de siempre; sólo la digna voz de Fermín Toro le salió al paso: "Díganle a Monagas que podrán llevar mi cadáver pero que Fermín Toro no se prostituye". Era la dignidad contra la tiranía.

Asaltar al Congreso simplemente porque le es adverso a un Presidente es un acto arbitrario y dictatorial; pero tal conducta no debe extrañarnos porque en cuanto a dictadores en Latino América estamos curados de espanto: Augusto Leguía en el Perú, Gerardo Machado en Cuba, Tiburcio Carías en Honduras, Rafael Leonidas Trujillo en la República Dominicana, Maximiliano Hernández en El Salvador, Jorge Ubico en Guatemala, Getulio Vargas en Brasil; Anastasio Somoza en Nicaragua, Juan Vicente Gómez y Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Perón en Argentina, Pinochet en Chile, Fidel Castro en Cuba... Así que ante el advenimiento de otro dictador cabría la pregunta fatalista ¿Qué es una raya más para un tigre?

Bibliografía
http://historico.notitarde.com/1999/02/07/opinion/aldemaro_romero/index.html

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