José Tadeo Monagas

El asalto al Congreso fue obra inspirada por un autócrata, por un dictador. No otra cosa era José Tadeo Monagas que era mesiánico y autoritario, y que quería imponer a todo evento su voluntad sin aceptar discusiones. Había proferido la irreverente frase "la Constitución sirve para todo" porque pretendía que ésta se hiciera a su medida; como todo ególatra había aceptado y lucía los títulos inmerecidos de "Regenerador de la Patria, "Benemérito" y hasta "Defensor de las Libertades Públicas". Cuando reconvocó al mismo Congreso que había intentado destruir contó con los cómplices y cobardes de siempre; sólo la digna voz de Fermín Toro le salió al paso: "Díganle a Monagas que podrán llevar mi cadáver pero que Fermín Toro no se prostituye". Era la dignidad contra la tiranía.

Asaltar al Congreso simplemente porque le es adverso a un Presidente es un acto arbitrario y dictatorial; pero tal conducta no debe extrañarnos porque en cuanto a dictadores en Latino América estamos curados de espanto: Augusto Leguía en el Perú, Gerardo Machado en Cuba, Tiburcio Carías en Honduras, Rafael Leonidas Trujillo en la República Dominicana, Maximiliano Hernández en El Salvador, Jorge Ubico en Guatemala, Getulio Vargas en Brasil; Anastasio Somoza en Nicaragua, Juan Vicente Gómez y Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Perón en Argentina, Pinochet en Chile, Fidel Castro en Cuba... Así que ante el advenimiento de otro dictador cabría la pregunta fatalista ¿Qué es una raya más para un tigre?
Bibliografía
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